Reinventarse es el presente, la formalidad el futuro

La reactivación económica del país pasa por incluir a las MIPYMES, por reducir los aranceles, agilizar los trámites engorrosos para obtener el Registro Único del Contribuyente (RUC), educar y crear conciencia de la importancia de la formalidad. En este punto, es necesario motivar a los emprendedores a sumarse a la formalidad y hacerlos crecer, teniendo en cuenta especialmente el efecto que tuvo y sigue teniendo la pandemia.

 

En el panel “Barreras para la formalización: la realidad de las mipymes con el efecto pandemia”, en el marco del evento Cerrito Forum, participaron Luis Fernando Sanabria, gerente general de la Fundación Paraguaya; Estela Maris Vázquez, del Comité de Mujeres; Isaac Godoy, viceministro de Mipymes; y Bruno Defelippe, presidente de Asociación de Emprendedores del Paraguay (ASEPY), bajo la moderación de la periodista Yehimy Alison.

 

Desde el año pasado escuchamos con frecuencia la palabra “reinventarse”, que trajo consigo a nuevos emprendedores, quienes en la actualidad se enfrentan a un sin número de barreras. La Fundación Paraguaya, junto con la red Atlas Network –que trabaja en más de 90 países y con más de 400 organizaciones–, está a punto de publicar su último estudio sobre la informalidad en Paraguay. Al respecto, Sanabria brindó algunos datos, como que el 65% de los paraguayos ocupados son informales, equivalente a 1,7 millones de personas.

 

“La mayor proporción se encuentra en las zonas rurales y la informalidad cae a medida que las empresas crecen”, resaltó. El sector donde existe mayor informalidad es el de la construcción. Además, la informalidad se presenta en grupos de personas más vulnerables, como los jóvenes, adultos mayores y mujeres. Estos resultados se obtuvieron de 10 ciudades, con 88 participantes entre formales e informales.

 

El expositor concluyó que, en el contexto del COVID, se generaron más desempleos, reducciones de ventas, cierre de negocios y la reinvención. A su vez, indicó que las motivaciones para emprender están en la necesidad de generar más ingresos y lograr la independencia económica, pero que las barreras siguen estando muy notoriamente en el capital, la infraestructura, el acceso a créditos flexibles, la capacitación, la demanda insuficiente y los bajos márgenes de ganancias.

 

Después de esas cifras que golpean, entró Vázquez, clienta de la Fundación Paraguaya y parte de uno de los Comités de Mujeres, a poner un manto de esperanza e inspiración al encuentro: “Entendí que el trabajo organizado nos saca adelante y espero que muy pronto podamos formalizarnos, a pesar de que haya muchas barreras. Con el trabajo que estamos haciendo desde los Bañados, pensamos más adelante llevar capacitaciones en panadería y otros oficios, para dejar a las nuevas generaciones oportunidades de trabajo”, compartió.

 

“Tenemos el sueño de crear una asociación de trabajadores independientes y tener una página web para ofrecer diferentes servicios profesionales, para garantizar calidad y confianza”, añadió, mencionando que siempre es complicado contratar por ejemplo a un plomero, por el temor de “no quiero meterlo a la casa por miedo a robarme”. Con respecto a la formalización, indicó que hay “muchas personas que dicen: para qué hacer toda esa burocracia y gastar tanto dinero, si el Gobierno va a comer todo. Tenemos que formalizarnos y exigir que nuestro dinero se invierta como debe ser”, sumó.

 

Por su parte, Godoy admitió que para el Gobierno existen dos barreras: la de acceso a la información y la descoordinación. “Necesitamos tejer alianzas a nivel territorial con las microempresas de subsistencia. La información debe llegar más rápida y las herramientas deben estar disponibles”, añadió.

 

Mencionó que, para los emprendedores, para obtener el Registro Único del Contribuyente (RUC), por ejemplo, ya no es necesario tener un contador, como antes. “De a poco estamos cortando procesos para estos trámites y para las miniempresas estamos en procesos de reducción de aranceles. Pero insisto en un punto: la capacitación debe ser prioridad y demostrar confianza”, aseveró.

 

DeFelippe insistió en que urge, desde el Gobierno, simplificar los trámites de formalización para poder vender rápido, porque los emprendedores, aún más en el contexto de la pandemia, buscan constantemente alternativas para vender y nuevos canales para hacer llegar sus productos. Dijo que todos los esfuerzos se tienen que movilizar y que no solo se trata de fuerzas aisladas, “tenemos que poner a los emprendedores en el centro de la reactivación económica del país”, subrayó.

 

“Tenemos las herramientas para construir y tenemos mucho trabajo por delante. Hay que facilitar las cosas para potenciar la formalización. Es un enorme desafío, pero debemos exigir lo que necesitamos y mostrar alternativas. En este sentido, es sumamente importante formar parte de los gremios y asociaciones para canalizar dudas y potenciar apoyos”, finalizó.

 

Los expositores resaltaron que es fundamental la motivación y se deben combinar la facilitación desde el Estado para la formalización con los distintos mecanismos de fortalecimiento de las MiPymes. La formalización pasa por facilitar y por hacer crecer a las microempresas, que demanden ser formalizadas.