Cómo la tecnología puede ayudarnos, no a aliviar la pobreza, sino a eliminarla

El director ejecutivo de la Fundación Paraguaya, Martín Burt, fue entrevistado como parte de una serie de blogs sobre emprendedores sociales, para el Foro Económico Mundial, sobre el Semáforo de Eliminación de Pobreza, la herramienta de evaluación social que busca eliminar la pobreza en el Paraguay y en el resto del mundo. A continuación, la nota que fue realizada por Katherine Milligan, directora de la Fundación Schwab para el Emprendimiento Social.

 

 

 

Usted ha sido una figura destacada en Paraguay por haber estado creado un crecimiento inclusivo durante décadas. Creó la Fundación Paraguaya, la primera organización de microfinanzas en Paraguay, que ha replicado sus programas de educación emprendedora a través de una red de 2.500 instituciones en 125 países. También creó el Semáforo de Eliminación de la Pobreza, una encuesta visual para ayudar a las personas de escasos recursos a evaluar su nivel de pobreza conformada por 50 indicadores y dividida en 6 dimensiones, ya sea para saber si cuentan con un saneamiento adecuado, si sus hijos han sido vacunados, etc. y ¿cómo ayuda a las familias a salir de la pobreza?

 

 

Hoy día la tecnología permite muchas cosas que en el pasado eran inconcebibles o poco prácticas. En este caso, la tecnología permite a las personas pobres auto diagnosticar su propio nivel de pobreza en 30 minutos utilizando un teléfono inteligente o una tableta. Por primera vez, una familia en un asentamiento o en una aldea rural tiene la capacidad de evaluar su propia situación, lo que es muy empoderador.

 

 

 

Tradicionalmente, ha sido un trabajador social del gobierno quien administra una encuesta y luego se lleva esa información consigo. El Semáforo de Eliminación de la Pobreza es lo contrario. Aquí, una familia evalúa su nivel de pobreza en 50 indicadores específicos y los resultados se visualizan en un tablero para que los utilice la familia. Por tanto, en lugar de ser un porcentaje para los responsables de la formulación de políticas, el Semáforo de Eliminación de la Pobreza es una herramienta para una clase muy distinta de persona: el jefe de familia. Una vez que las necesidades más importantes de ese hogar se visualizan en el tablero, la familia crea un plan personalizado para priorizar sus problemas y superarlos con la ayuda de los recursos existentes en la comunidad.

 

 

 

Una familia puede tener una brecha de ingresos, problemas dentales, problemas de letrinas y problemas de transporte, mientras que el vecino de al lado puede tener diferentes necesidades aunque viva en el mismo barrio. La clave es permitir que cada familia se haga cargo de su propia situación y elabore un plan familiar. ¿Cuales son mis prioridades? ¿Qué voy a hacer para modificar esto? ¿Quién tiene recursos disponibles en la comunidad que puedan ayudarme? ¿Cuál es mi período de tiempo? Este plan es responsabilidad de la familia. Nuestra responsabilidad es la de compartir esos patrones con los proveedores de servicios existentes en la comunidad: ONGs que fabrican sillas de ruedas o agencias que realizan conexiones de saneamiento, por ejemplo, que pueden prestar su apoyo sin tener que hacerse cargo de la situación general de ese hogar.

 

 

Muchas corporaciones dentro de Paraguay están trabajando con esta herramienta. Se han comprometido públicamente a eliminar la pobreza extrema entre sus empleados. ¿Qué significa eso realmente y cuál es su papel en el logro de un objetivo tan osado?

 

 

 

Estamos persuadiendo a las corporaciones, a las fábricas y a las empresas para que vayan más allá de la responsabilidad social corporativa para eliminar la pobreza de los trabajadores de sus fábricas, de sus cafetaleros o de los empleados que tengan. Cuarenta y dos corporaciones en Paraguay han asumido oficialmente la responsabilidad y se han inscrito, y también estamos trabajando con otras compañías internacionales.

 

 

Funciona de la siguiente manera: se lo explicamos al jefe del departamento de recursos humanos de una empresa, quien identifica al grupo de trabajadores vulnerables y los incorpora. Cada empleado completa su auto diagnóstico de 30 minutos utilizando un teléfono inteligente. Una vez que recopilamos esa información, le proporcionamos a la empresa un inventario de los servicios disponibles en su región.

 

 

Por ejemplo, lo primero que notará la empresa es que el 99% de sus trabajadores no posee una cuenta de ahorro. Entonces, la dirección de la empresa se compromete con el banco con el que opera la empresa para abrir 400 cuentas de ahorro para sus trabajadores. Un trabajador por sí solo no puede comprometerse con el banco, pero el propietario de una empresa, sí. Supongamos que otros tres trabajadores tienen un miembro de la familia que necesita una silla de ruedas, que está a solo una llamada de distancia.

 

 

Entonces, el jefe de recursos humanos y los trabajadores sociales se asocian con los empleados de la fábrica para ver qué prioridades deben abordarse e identificar estrategias para superar la pobreza. Tal vez el empleado diga: “Primero voy a conseguir el servicio de agua corriente y arreglaré mi baño. Enviaré a mis hijos al dentista. Hablaré con mi esposa sobre cómo podemos ganar $100 adicionales al mes vendiendo comida desde la casa ya que vivimos en una calle muy transitada cerca de una parada de transporte público”.

 

 

 

¿De qué manera esta herramienta facilita la toma de decisiones dentro del gobierno? ¿Cómo está catalizando el cambio de políticas?

 

 

 

Los gobiernos tienden a contar los resultados y las actividades (número de talleres, número de vacunas, etc.), pero no los resultados que generan dichas actividades. La asistencia sanitaria es un ejemplo típico. El gobierno cuenta el número de clínicas y el número de médicos, pero cuando le preguntas a la población que supuestamente está siendo atendida por esa clínica, dicen que prefieren usar la medicina tradicional porque los médicos nunca están ahí y no son amables con ellos. Este es solo un ejemplo de la enorme brecha entre la percepción del gobierno y la percepción pública.

 

 

Por primera vez, a través de los datos del Semáforo de Eliminación de la Pobreza, los gobiernos pueden acceder al otro lado de la prestación de servicios. Es revolucionario para ellos poder ver cuáles son realmente los resultados. Cuando los responsables de la toma de decisiones del gobierno ven un mapa de Google superpuesto de nuestros encuestados del Semáforo, con diferentes filtros para saber cuáles familias están informando sobre desnutrición, cuáles familias no están vacunadas y cuáles familias no tienen certificados de nacimiento de sus hijos, les encanta. Les encanta porque los gobiernos suelen estar capacitados para utilizar muestras y datos del censo. Supongamos que los datos del censo indican que el 85% de los niños tienen actas de nacimiento, el problema es que el registro civil que emite las partidas de nacimiento no sabe cuáles niños entran en ese15% que no las tienen. Ahora los gobiernos pueden tener una vista granular de los datos, lo que les permite enviar a sus trabajadores sociales para aumentar la cobertura al 100% de, digamos, vacunados o de certificados de nacimiento. Más gobiernos deben tomar conciencia de las ventajas de las tecnologías digitales.

 

 

Usted no solo es un emprendedor social, sino que también ha sido un ministro del gobierno, tratando de crear un cambio social desde dentro de las estructuras gubernamentales. ¿Cuál es su consejo para los emprendedores sociales sobre cómo trabajar de manera más eficaz con el gobierno?

 

 

Lo primero que hay que entender es que los gobiernos tienen algo que los emprendedores sociales pueden no tener, que es el problema de la rendición de cuentas. Los gobiernos responden a otras personas, y muchas veces los emprendedores sociales solo son responsables ante sí mismos y ante sus propias organizaciones.

 

 

También uno debe ser empático con las limitaciones del gobierno. Hay personas en cada Ministerio de Educación, Ministerio de Salud o Banco Central que están preocupadas por mejorar la educación, los servicios de salud o la inclusión financiera. A veces simplemente no saben cómo hacerlo. El papel del emprendedor social es reunirse con los funcionarios del gobierno donde se encuentran, presentar su innovación de una manera que sea absorbible por el gobierno y ayudar a los responsables de la toma de decisiones del gobierno a descubrir cómo sacar el máximo partido a su inversión.

 

 

A algunos emprendedores sociales no les gusta involucrarse en política y se quejan de que trabajar con el gobierno es demasiado lento. Pero tarde o temprano, independientemente de si uno desea dinero público, deberá involucrar al gobierno. No importa si está en el cuidado de los ojos o el agua o la energía o la inclusión financiera: los gobiernos tienen escalas, los gobiernos establecen marcos normativos y de políticas, los gobiernos tienen infraestructura a nivel nacional. Comprometerse con los gobiernos es un desafío fundamental si los emprendedores sociales quieren llevar sus innovaciones a escala.

 

 

Exploremos su camino para escalar. ¿Qué piensa sobre la escala en el sentido del cambio más amplio a nivel de sistema que está tratando de lograr?

 

 

El Semáforo de Eliminación de la Pobreza ya está en 18 países. El país que está más avanzado es Sudáfrica, donde una organización local instaló el Semáforo de Eliminación de la Pobreza para trabajar en los municipios de Ciudad del Cabo, pero se ha adaptado a ocho países africanos y a ocho países de América Latina y en India y Vietnam. Es alentador que recibamos llamadas del sector privado y del sector de las microfinanzas.

 

 

Nos dimos cuenta de que en realidad no necesitamos estar físicamente presentes en todos los países para que esta herramienta pueda ser adoptada. Queremos establecer un mecanismo donde las personas puedan venir y hacer frente a esto sin nosotros. Tenemos que crear un Semáforo de Eliminación de la Pobreza en un kit de herramientas para que la gente pueda acceder a él. Mi sueño es que, en virtud de la revolución tecnológica y de la información que tenemos, pueda ser tan fácil de usar como lo es el Facebook. Tenemos que crear los incentivos adecuados para que las personas se auto diagnostiquen rápidamente y los conecten con los recursos disponibles en sus comunidades. Al final del día, tiene que ser una herramienta de crowdsourcing (colaboración abierta distribuida).

 

 

En lugar de estar limitado en lo que puede hacer, ahora solo tiene que aprovechar los recursos de otras personas para proporcionar bienes y servicios que están fuera de su alcance. Por ejemplo, ahora puede proporcionar sillas de ruedas a un familiar de uno de sus empleados sin tener que ejecutar un programa de sillas de ruedas. Y para la ONG que distribuye sillas de ruedas, pueden trabajar con organizaciones de microfinanzas para ayudar a sacar de la pobreza a sus beneficiarios de sillas de ruedas. Todo esto ahora es posible porque tenemos acceso a toda esta información que no teníamos antes.