Futuro post COVID-19: mujeres, salud mental, políticas publicas diferentes e innovación social

Hacerla más protagonista a la mujer y empoderarla; priorizar la salud mental que ya no puede ser ignorada, después de haber padecido una pandemia por más de un año; políticas públicas nuevas y diferentes centradas en la innovación y en la persona, deben ser algunas de las prioridades en un futuro post COVID-19.

 

En el encuentro enfocado a “El mundo post COVID-19: ¿Qué debemos priorizar?”, durante Cerrito Forum 2021, participaron Silvia Morimoto del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); Jazmín Gustale Gill, ex coordinadora general de la Estrategia Nacional de Innovación del Estado; e Isabel Guerrero, co-fundadora de IMAGO, con la moderación de Martín Burt, Director Ejecutivo de Fundación Paraguaya.

 

Morimoto describió los trabajos que fueron desarrollando, a pesar de las dificultades en la pandemia, admitiendo que todos los esfuerzos de las Naciones Unidas en el Paraguay tuvieron que cambiar de direcciones. “Priorizamos nuestra ayuda al Ministerio de Salud, proveyendo de insumos médicos, respiradores, porque nos enfocamos a salvar vidas”, agregó.

 

En cuando a lo social, comentó que financiaron la realización de varias ollas populares. Se enfocaron también en combatir la difusión de noticias falsas sobre el coronavirus. “Direccionamos a nivel global y local a las áreas de gobernanza, previsión social, económica verde y transformación digital”, indicó. Sobre este último punto, señaló que en la educación hubo un gran retroceso, en el que más del 80% de los niños y niñas no tienen acceso a Internet para seguir sus clases a distancia.

 

“El futuro, para que Paraguay se adapte a la crisis, está en la innovación”, aseguró Gustale. Admitió que, con políticas públicas diferentes, basadas en las necesidades de la sociedad, se debe avanzar en el camino del post COVID-19, porque no hay otra alternativa que innovar, para salir de esta crisis sanitaria. “Innovación social, talento digital para desarrollar futuros y educación normativa para emprender y lograr mejores tecnologías”, citó, como puntos a tener en cuenta, como un plan de reactivación económica.

 

Dijo que, para potenciar a las mujeres, como prioridad, no basta con el entrenamiento digital o con la misma innovación social, con base digital, sino que se las debe acompañar de una manera más integral y con enfoque más participativo, desde el rol que desempeñen en la sociedad. “Hay que dar respuestas diferentes, que realmente puedan impactar de forma diferente y salir de esta”, acotó.

 

Desde la experiencia de Guerrero y de todo el trabajo de acompañamiento que ofrecen desde su emprendimiento, comentó que pudieron ayudar de manera virtual a muchas organizaciones que pasaban por momentos amenazadores debido a la pandemia. “Nos enfocamos mucho en la resiliencia, en entender cómo reaccionar al shock de la pandemia, cómo adaptarse a la situación y avanzar”, relató.

 

Puso en la mesa de debate la importancia de priorizar la salud mental, señalando que en muchas comunidades se empieza a mirar con especial atención este aspecto, y el actual contexto. También compartió interesantes referencias de aquellos países que tienen como gobernantes a mujeres: “Vimos mayor reacción en las pandemias. Pensaron y actuaron mucho más sobre los riesgos de las vidas humanas, poniendo esto en prioridad, antes que la economía”, indicó.

 

Coincidieron en que se debe priorizar y que más mujeres estén en sectores públicos, que las mismas participen más. Dijeron que esta es una oportunidad para repensar en la forma en que se distribuyen los ingresos al Producto Interno Bruto (PIB), en reconocer y valorar el trabajo en la casa y reducir la carga a las familias, con apoyo estatal e infraestructura.

 

Al finalizar, el director ejecutivo de la Fundación Paraguaya, Martín Burt, reflexionó acerca de los aprendizajes que dejó la pandemia. “Todos los programas descubrieron que la fortaleza de las sociedades es la mujer. Es ella la que más sufrió, fue la generadora de ingresos, maestra y apoyo psicológico”.

 

Además, dejó abierto el debate para que otros sectores sigan conversando y pensando en un futuro post COVID-19. “A nivel mundial nos encontramos con este problema: la salud mental, que nadie mide y que es el elemento más grave de todo”.